Su visita vale la pena porque todo el predio es una obra escultural del artista plástico (y polémico) Héctor Cruz.
El lugar es un museo de arte, un estilo precolombino basado en la historia e investigaciones del artista sobre la cultura de los Diaguitas, conocidos también como Los Quilmes, e Incas que habitaron los Valles Calchaquíes.
Además de las grandes esculturas se aprecia un minimuseo de geología, minimuseo pero completo de antropología y un centro de exposiciones de tapices, pinturas y otras esculturas menores del artista.
La ambientación del predio es todo un culto o una representación de la PACHAMAMA a través de símbolos, imagenes rupestres y esculturas en piedra y cuarzo. Cada rincón del lugar está decorado y tiene grabadas figuras precolombinas, cactus, mosaicos, cerámica, realmente es una obra de arte creada adentro de otra otra obra de arte. Las diferentes y estratégicas areas de descanso hacen que el visitante interactue con la obra y como si fuera poco, rodeado de un paiseje brillante dónde todo brilla y resplandece, desde los cerros hasta un cielo azul de lo más puro y limpio